Hace más de 1 año no escribo. Es diciembre tranquilo y por las tardes me quedo con Robin Thicke. No hablaré del tipo, no lo conozco y no se consigue casi información sobre él, y no existe ni un solo video de él en youtube, salvo uno que otro de algún concierto grabado en celular.
Descargado su album: The Evolution of Robin Thicke. Llega en un momento de mi vida en el que ando en transición del soul vieja escuela al soul nuevo que suena en radio.
The Evolution of Robin Thicke tiene una carátula que no me gusta ni cinco, por eso no la publico. Prefiero subir esta foto aunque yo no quiera mucho a Rihanna. .
16 canciones bajo la producción de The Neptunes y ya. Una pequeña y delicada joyita de diamantes perfectamente pulidos, hechos a la medida del negrito Pharrell y a la de Thicke quien compuso el 90% de las canciones, pidiendo una ayudita de Faith Evans y Lil' Wayne.
Este disco es una completa caja de sorpresas. Hasta tiene un break casi a mitad del disco, refrescando un poco el mood haciendo, en mi opinión, un homenaje a los clásicos ritmos latinos de esos que hacen imaginar hermosas mujeres pelinegras con vestidos de pepas y rosas en sus cabezas. Después de esta canción el disco sigue su curso: sonidos suaves, delicados, poderosos, con letras sorprendentes.
Lo que leí es que este tipo de apariencia inofensiva ha tenido clientes como Usher, la Aguilera y Michael Jackson. Pues el resultado de la unión de un negrito poderoso llamado Pharrel y un blanquito bonito llamado Robin sale este hermoso disco que no he podido dejar de oír.
1 comentario:
Ahora amo a Rihanna
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